Hay que darle la bienvenida al concepto de competitividad en nuestro vocabulario con la misma naturalidad con que hablamos de mejoramiento continuo y crecimiento profesional.
Independientemente del país o de la tendencia ideológica en la que se viva o se crea, la base del progreso humano radica en encontrar mejores formas de entender y afrontar el diario vivir. Y la humanidad ha caminado durante siglos hacia un mejor hacer de su actividad ocupacional. De ello dan muestra la historia de los instrumentos usados por el hombre en cada etapa del desarrollo de la humanidad para lograr su sobrevivencia.
De allí la necesidad de que relacionemos los conceptos crecimiento sostenido, mejoramiento continuo y competitividad. En el mundo natural de la sobrevivencia de los mejores dotados o mejores equipados se establece desde sus fundamentos la idea de competir para mejor sobrevivir, luego es un concepto que bien pudiera tener sus raíces en la selección natural. Y por lo tanto es intrínseca a la misma naturaleza humana.
El mundo contemporáneo se caracteriza por la efectividad en alcanzar metas de crecimiento con el uso más racional de los recursos. Esta misma interpretación se aplica al mundo del desarrollo profesional de cada individuo
Todo profesional debe tener muy claro y definido su camino personal del éxito y su proyección de vida y carrera. Su avance en la vida debe darse en término de decisiones de cambios centrados en metas y objetivos. Para ello debe prestar atención a un análisis de movimientos ascendentes de carrera o posiciones a lo largo de toda su vida profesional. Todo este juego de variables debe estar orientado a un incremento importante en sus niveles de competitividad no sólo frente al resto de su sociedad, y ojalá el mundo, sino frente a sí mismo, a su evolución como profesional, a su aprovechamiento de la experiencia y conocimientos para un mejor vivir o bienestar.
Lo que equivale a decir que un buen profesional debe tener conciencia del valor agregado que representa en un mercado laboral altamente competitivo tanto en entornos de país como a nivel internacional. Hoy día incrementar la competitividad rebasa las fronteras de país, y tal es el caso de profesionales panameños que hacen carrera exitosa en el extranjero. Panamá ha desarrollado, según su crecimiento en sectores específicos, suficiente valor de inteligencia como para que sea exportable como un valor en entornos internacionales. De allí la importancia que nos concentremos en nuestras fortalezas como economía que siempre harán alusión al valor experiencial o acerbo académico de sus recursos humanos.
La claridad que un profesional tenga en lo que constituyen sus aportes a los resultados de cualquier negocio o sector en el que se involucre hace su diferencia, e incrementa su competitividad.
De allí que todo Plan de mejoramiento profesional debe estar enfocado en un mejoramiento continuo de su posicionamiento competitivo. Debe ser permeable, ésto es, que se rija por directrices pero que permita enriquecerse de contenidos de un mercado de trabajo en continuo crecimiento y cambio.
Entender la competitividad como valor parte de un elemento actitudinal, saberse capaz de superar las metas propias en cada etapa de la vida profesional y aprovechar las oportunidades para autoperfeccionarse en la rama de especialidad. Y a la postre simplemente entender la vida como un proceso continuo en donde si no te mueves hacia adelante y ojalá hacia arriba corres el riesgo de estacionarte y decrecer. Si no te exiges cada día algo diferente y no avanzas midiéndote continuamente con tus congéneres la miopía mental terminará por arruinar tu carrera profesional.
Espacio de Opinión:
Como país, consolidar políticas de gobierno que en mancuerna con el sector privado, centren metas de desarrollo humano en incrementar la competitividad lo que trae aparejado desarrollar ciudadanos responsables capaces de añadir valor a la sociedad, y al entorno económico en el que se desenvuelven siendo sujetos de su propio desarrollo y promoviendo el desarrollo del país dentro del cual viven en un clima de paz y fraternidad.
ECADE.